"Y en su cuerpo sobre el madero, el llevo nuestro pecado a
fin de que nosotros muertos al pecado, vivamos para la justicia" 1 Pedro, capítulo 2,
verso 24
Quiere decir
que cuando aceptaste a Cristo como el ¡Señor de tu vida!, como ¡Tu
Salvador!, recibes de Él una fuerza sobrenatural, para que sigas muerto al
pecado pero vivo para vivir la palabra de Dios. ¡Aleluya!
Pero cuando viene a Cristo, Él nos da el poder de ser hechos hijos de Dios, él nos da el poder del Espíritu Santo, y la fuerza para que usted le diga al diablo: ¡diablo te equivocaste ahora de cliente! ¡Ahora NO! antes sí, ¡Pero ahora tengo a Cristo Jesús! ¡tengo autoridad sobre ti! ¡Alabado sea Dios! ¡Hay poder en Jesucristo!
Esto solamente lo puede hacer el Señor, por
medio de la persona del Espíritu Santo desde el día
que aceptaste a Jesús en tu ser, ¡Él vive en ti!,
es una persona real, maravillosa, con la cual tenemos que tener
amistad. Él te da la fuerza, la voluntad poderosa, la templanza para
resistir a Satanás. Antes hacíamos, lo que se le antojaba al diablo, ahora no, ahora lo
tenemos bajo nuestros pies, ¿Cuántos los tienen bajo sus pies? ¡Aquí te tengo en el nombre poderoso de JESÚS! ¡Alabado sea Dios! ¡¡¡Glorias a Dios!!!
¡El
creyente es más que vencedor!
¡Sea bendito el Señor Jesús!
Te mueves ¡EN VICTORIA! porque Cristo está en ti, Necesitamos a Cristo, sin Él no podríamos vencer.Ahora en la cruz Jesucristo no solamente murió, sino que derramo su sangre por todos nosotros, Mateo capítulo 26, verso 28 “La sangre de Jesucristo fue derramada por muchos para remisión de pecados”, remitir quiere decir quitar, quiere decir que la sangre, quitó el pecado, limpió el pecado, ¡Somos lavados con sangre, cuando aceptamos a Cristo de corazón!
La ley de Dios lo dice que “sin
derramamiento de Sangre no hay remisión de pecados”, quiere decir que ahora no es cuestión
de toros ni de machos cabríos, ni de la ley, ahora es cuestión de ¡La sangre de
Jesucristo!
Efesios capitulo 1, verso 7 dice: “Por su sangre, tenemos la redención, el perdón de los pecados conforme a las riquezas de su gracia”, ¡Alábelo que él vive! Es por su sangre, que somos comprados, para ser hechos propiedad privada de Dios. Y todo por gracia, de regalo. ¡Alábelo que él vive!
Efesios capitulo 1, verso 7 dice: “Por su sangre, tenemos la redención, el perdón de los pecados conforme a las riquezas de su gracia”, ¡Alábelo que él vive! Es por su sangre, que somos comprados, para ser hechos propiedad privada de Dios. Y todo por gracia, de regalo. ¡Alábelo que él vive!
¡Que regalo hermoso nos dieron!
¡¡¡Mi alma te alaba Jesús!!!
(Del glorioso Espíritu Santo a su siervo Yiye Avila, en el mensaje: Las siete bendiciones de la obra redentora de Cristo Jesús)
¡Dios les siga bendiciendo ricamente!