¡Creados para la alabanza de
su Gloria!
“…En el sepulcro
de un Faraón, en las pirámides de Egipto se encontraron granos de trigo que
tenían miles de años.
Cuando se los
sembró en la tierra, brotaron frescas plantas verdes y llevaron fruto.
El grano de trigo
es muy duro y es una conocida representación del corazón humano.
Muchos que creen
en Jesucristo aceptan el lado jurídico de la cruz – Romanos 5:6:
"Cristo murió
por mí";
pero el lado de la identificación vital:
"YO MUERRO CON CRISTO"
Romanos 6:5, la rechazan para sí mismos con resignación.
Romanos 6:5, la rechazan para sí mismos con resignación.
Pero si nos
negamos a llegar a ser granos de trigo, si no estamos dispuestos a sacrificar
todo lo que somos y tenemos, entonces “quedaremos solos”.
Si queremos llevar
fruto, tenemos que seguir a nuestro amado Señor, haciéndonos granos de trigo y
muriendo: Por negarte a ti mismo e identificarte con Jesucristo en Su muerte y en su resurrección, ...
...llevarás mucho fruto.”
Este grano de
trigo, del cual acabamos de hablar, es la palabra clave para la versión de
Marcos 11:1-10, para llegar a ser portador de su gloria…
"Cuando se
acercaban a Jerusalén, junto a Betfage y a Betania, frente al monte de los
Olivos...
Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo:
"Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
"Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
Y si alguien os
dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decid que el Señor lo necesita, y que luego lo
devolverá.
Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Ellos entonces les dijeron como Jesús les había mandado; y los
dejaron. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se
sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros
cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Y los que venían delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”
Y los que venían delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”
Tal vez suena
duro si digo que el asno es una imagen muy acertada del hombre.
Me acuerdo de
un hermano de edad avanzada que visitó a un joven en el hospital. Este le dijo: “He
recibido dones maravillosos del Señor, y el Señor me restablecerá, pues El me
necesita.” Entonces el hermano anciano le miró amistosamente y respondió: “Lentamente querido hermano. ‘El Señor lo
necesita’ aparece solo una vez en el Nuevo Testamento, aunque la historia es relatada en todos
los cuatro Evangelios, y se trata de – “¡un asno!”
A nadie le gusta mucho cuando es llamado asno, sin embargo, ya lo somos desde nuestro nacimiento, en nuestro estado de perdición. Pues el Señor dijo a Moisés en Éxodo 13:13: “Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.”
A nadie le gusta mucho cuando es llamado asno, sin embargo, ya lo somos desde nuestro nacimiento, en nuestro estado de perdición. Pues el Señor dijo a Moisés en Éxodo 13:13: “Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.”
Para ser salvos, hombres y asnos tenían una
sola alternativa: el ser redimido por un sacrificio vicario.
Nosotros del Nuevo
Pacto, ¿no hemos también sido redimidos y libertados
por la sangre del Cordero, por Jesucristo?
Si se manda a un
asno que avance, va hacia atrás, y viceversa.
Pero a pesar de esto, ¡qué milagro de la gracia de Jesús!: ¡El Señor nos necesita! ¡Te necesita como portador de Su gloria!...
Pero a pesar de esto, ¡qué milagro de la gracia de Jesús!: ¡El Señor nos necesita! ¡Te necesita como portador de Su gloria!...
¿Cómo llegas a
ser portador de su gloria?
Fija ahora tu
plena atención en lo que sucede en los versículos 2-4 de Marcos 11:
“… y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.”
“… y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.”
Sí, nosotros
como predicadores y consejeros espirituales hemos sido enviados a ti,
que estás destinado y llamado para lo más grandioso y glorioso: ser un portador
de Su gloria.
¿Todavía estás “Atado en la puerta, en el recodo del camino”? ¿Atado
en la puerta? Oh, cuánto quisieras estar suelto, libre de tus terribles
ataduras por poderes de las tinieblas, las cuales has heredado. Pero no
adelantas un paso - ¡a pesar de que el Señor te necesita!
Según Éxodo 13:13 eres salvo: “Mas todo primogénito de asno
redimirás con un cordero” –estás redimido por la sangre del Cordero, pero
todavía no estás suelto.
Mira, el pollino es una imagen de innumerables creyentes que ya desde hace años están atados afuera, en el recodo del camino, y no avanzan más. Aunque tiras violentamente de las cadenas de tus pasiones, de las ataduras de tu odio, de las cuerdas de tu amor al dinero, permaneces vacilante y atado por tu inercia.
Sí, fuiste redimido por la sangre de Jesús, sin embargo, nunca has experimentado la real liberación implícita y menos aún has sido portador de Su gloria.
Mira, el pollino es una imagen de innumerables creyentes que ya desde hace años están atados afuera, en el recodo del camino, y no avanzan más. Aunque tiras violentamente de las cadenas de tus pasiones, de las ataduras de tu odio, de las cuerdas de tu amor al dinero, permaneces vacilante y atado por tu inercia.
Sí, fuiste redimido por la sangre de Jesús, sin embargo, nunca has experimentado la real liberación implícita y menos aún has sido portador de Su gloria.
Fijate ahora en
la expresión: “…hallaréis un pollino atado, en cual ningún hombre ha
montado.”
Esta cabalgadura
nunca había llegado a cumplir su destino. Pero se dice de los dos discípulos
enviados por el Señor: “Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del
camino, y lo desataron” (v. 4).
Por fin ha llegado el momento, ahora el pollino
es liberado - ¡Pero no! Aquí están ya los adversarios: “Y uno de los que estaban allí les dijeron:
¿Qué hacéis desatando el pollino?” Con otras palabras: “¡Aquí no se soltará nada! ¡Este
pollino quedará atado!”
Es una clara representación del enemigo que no quiere que reivindiques entera y completamente la
infalible verdad de 1 Pedro 1:18 para ti:
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padre, no con cosas corruptibles, como
oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminación”.
La Biblia de las
Américas traduce: “Sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir
heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con
sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.”
¡Muchos no saben
esto! El diablo hace todos los esfuerzos posibles para que los hijos de Dios no
tengan ninguna luz en esta parte. Puedes escuchar el Evangelio pero no debes
dar la razón de todo corazón a todo lo que dice.
¿Qué hacen
entonces los discípulos, cuando se levanta la resistencia contra la desatadura
del pollino? ¿Empiezan a luchar? De ninguna manera. Hacen lo que Jesús
había mandado; "y los dejaron” (v 6). Pronunciaron
solamente un nombre, el nombre JESÚS, “y los dejaron”. En ese momento la
resistencia fue realmente quebrantada, ¡pues donde viene Jesús, el poder de Satanás
es quebrantado!
Por fin, el pollino redimido y soltado es llevado a su
maravilloso destino: “Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus
mantos, y se sentó sobre él” (v. 7). Cuando las personas no solamente se
convierten, sino llegan al conocimiento de la plena salvación, entonces el
resultado en sus vidas es avasallador: Liberadas de las ligaduras de los padres
y antepasados, tienen una gran fuerza de atracción:
Encauzan
irresistiblemente la atención hacia Jesús
Mira el pollino
ahora soltado, sobre el cual nunca ha montado una persona. ¿Cuál es la reacción
de los hombres?
“Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!” (v. 7:10.)
“Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!” (v. 7:10.)
En el momento en que el pollino llega a ser
portador de la gloria de Jesús, la gente afluye,
dando voces y diciendo: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!”
No fue el pollino, el que atraía la atención de las
personas que los acompañaban, sino el que estaba sentado sobre él, EL REY QUE
ENTRABA.
Pero la cabalgadura pudo ser portadora
de LA GLORIA DE JESÚS.
Tu
puedes llegar a ser portador o portadora de la GLORIA si te dejas soltar ahora
por tu rey, JESUCRISTO, de todas tus ataduras pecaminosas heredadas.
Su sangre
repara aún el más profundo daño.
(Fragmento del mensaje ¡He aquí tu Rey viene a ti! Wim Malgo - Revista Noticias de Israel - Diciembre 1990 - Obra Misionera Llamada de Media Noche)
¡El Señor te necesita
para ser un portador de su GLORIA!
Dios les bendiga con el poder de su Espíritu