¡ESTAMOS EN GUERRA!

"¡ORA SIN CESAR, ESTAMOS EN GUERRA, Y SOLO DESCANSA CUANDO TE  ACUESTES EN MIS BRAZOS PARA DESCANSAR!" 

Ese fue el mensaje que recibí una madrugada, cuando le buscaba en oración, oí su voz nítida, dándome esta instrucción: "Orar sin cesar, estamos en guerra..." orar sin cesar es estar en plena comunión con Dios todo el tiempo desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, él me habló que "solo dejara de orar, de tener esa preciosa comunión con él, cuando me acueste en sus brazos para descansar",  

"Ora sin cesar" nos instruye el Señor, para ser  totalmente dirigidos por él en esta guerra sin tregua contra el enemigo de nuestras almas  y al final del día, al dormir, ÉL  SE ENCARGA DE TODO. 

Así que desde ese día antes de dormir mi oración final es: 

¡Padre en tus brazos me acuesto! 

¿Porque Dios quiere esa vida de oración intensa? 

La respuesta la tenemos en Mateo 11:12  

"Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan"

Estamos en guerra espiritual, guerra entre el reino de los cielos y las huestes espirituales de maldad, 

Dios quiere que nuestra actitud,  en nuestro diario vivir sea, de un soldado armado con la mejor arma que podemos tener LA ORACIÓN, 

De esa forma desarrollaremos una dependencia total con su Espíritu, en un contacto permanente con Él; un ejemplo de esa intensidad de comunión con Dios, lo vemos en la vida de Enoc, él caminaba con Dios,  cada paso que daba lo hacía con Él, y esto agradó tanto a Dios que él se lo llevó; otro ejemplo es el del profeta Elías, era tal la comunión que él tenía con Dios, que adónde iba lo presentaba así: “¡Vive Jehová, en cuya presencia estoy!”  y Dios se glorificó grandemente en su vida,   y nuestro mayor ejemplo lo tenemos en nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo aún muy oscuro, se iba a orar, y dice el libro de Hebreos 5:7 que su oración era muy intensa:"Y CRISTO, EN LOS DIAS DE SU CARNE, OFRECIENDO RUEGOS Y SÚPLICAS CON GRAN CLAMOR Y LÁGRIMAS AL QUE LE PODÍA LIBRAR DE LA MUERTE, FUE OÍDO A CAUSA DE SU TEMOR REVERENTE", y si Él lo hizo cuánto más nosotros, por eso nos dice en Jn. 14:6: 

"YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA..." 

Él empezaba su día así, en esa intensa entrega al Padre, de rodillas el mundo fue conquistado. Sigamos las pisadas del maestro, y los cielos se abrirán y llevaremos mucho fruto para la gloria de Dios.

¡Dios les bendiga!