2 Corintios 2:11 “ para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues
no ignoramos sus maquinaciones.”
"...El enemigo nos tiene a
nosotros en la mira, como ya salimos y nos soltamos de sus garras entonces nos
tiene en la mira, y está pendiente tramando, maquinando planes, pensando, preparando
“en secreto” (y secreto es lo que no se
sabe); como
tenemos el Espíritu de Dios, entendemos, y eso es lo que la palabra nos quiere
enseñar, 1 Pedro 5:8 dice: "Sed sobrios, y velad;
porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar;"
El Señor dice claramente,
vuestro adversario el diablo anda, cual
león rugiendo, (el león ruge cuando tiene hambre) buscando comida, no crea que
lo está buscando a usted, para tocarle las manos para ver
que uñas tiene...
...para ver si tiene dientes o
no tiene dientes, ¡No! El diablo lo anda buscando ¡PARA DEVORARLO!
Y ¿Qué es devorarlo?
¡Tragárselo! ¡Masticarlo!
¡Mire si usted no se cuida, y no busca a Dios! el diablo lo va a masticar, y le va a sacar el jugo de los huesos, ¡Poder en la Sangre de Cristo! Porque ese no anda jugando, ni bromeando, ni lo está invitando a una cancha de futbol a jugar pelota, él lo está invitando para ver cómo le da el golpe certero, y se deshace de usted y de mí que le estamos haciendo la GUERRA AL INFIERNO ¡PODER EN LA SANGRE DE CRISTO!
Y ¿Qué es devorarlo?
¡Tragárselo! ¡Masticarlo!
¡Mire si usted no se cuida, y no busca a Dios! el diablo lo va a masticar, y le va a sacar el jugo de los huesos, ¡Poder en la Sangre de Cristo! Porque ese no anda jugando, ni bromeando, ni lo está invitando a una cancha de futbol a jugar pelota, él lo está invitando para ver cómo le da el golpe certero, y se deshace de usted y de mí que le estamos haciendo la GUERRA AL INFIERNO ¡PODER EN LA SANGRE DE CRISTO!
Y anda, alrededor, buscando
quién huele a carne, quién está carnudo, quién está chuletudo,
Y con el olfato que tiene esa
bestia inmunda desde muy lejos, le llega el olor a carne,
¡Carne sin ayuno!
¡Carne sin oración!
¡¡¡Poder en el nombre de Jesús!!!
Entonces con esa astucia, con
esa maquinación, astutamente ¡Está planeando en secreto!
Cuando buscamos a Dios, el Espíritu de Dios nos rebela, de alguna manera o en una revelación, o en un sueño, o cuando se predica la palabra, usted está sintiendo: Dios me está hablando y quiere que me despierte, que me levante, ¡Que haga algo!
Cuando buscamos a Dios, el Espíritu de Dios nos rebela, de alguna manera o en una revelación, o en un sueño, o cuando se predica la palabra, usted está sintiendo: Dios me está hablando y quiere que me despierte, que me levante, ¡Que haga algo!
Sí, la forma más efectiva y
directa, para Dios hablarnos es a través de su palabra,
Entonces cuando estamos
exponiendo el mensaje de Dios hay que estar bien atento, no hay que estar
mirando los celulares, codeándose con otro, echando chistes, porque el diablo dice ¡Ahí lo
tengo, ahí lo tengo! ¡Y ya le voy a dar el primer mordisco!
Y el diablo no le va
a morder los tobillos... una vez que ven a la víctima,
de una vez se le tiran al cuello...
... porque saben que de ahí no se le
escapa, le entierran los colmillos, en las venas principales, y se lo llevó...
No crea que el diablo viene a ver que
zapatos trae usted señorita, al diablo no le importa su carne, no le importa su
corbata, al diablo no le importa su cara, al diablo le importa su alma, lo que
tiene de Dios,
Y hemos estado escuchando estos días, de qué hay que hacer para descubrir
el tesoro que hay dentro pero muchos no lo van a descubrir jamás, pero el
diablo sí se dio cuenta, que el Señor lo reprenda, él sí sabe, el sí sabe cuándo
usted empieza a salirse del montón, A BUSCAR A DIOS, A ORAR DE VERDAD,
A ayunar de verdad, a leer la palabra de verdad, a correr para el templo de verdad,
A ayunar de verdad, a leer la palabra de verdad, a correr para el templo de verdad,
el
enemigo es asqueroso, a él le agrada que todo el mundo esté en el montón, que no
hagan nada, que todos sean inútiles, que todos sean derrotados, vencidos, pero no se agrada cuando alguien
se levanta...
¡Oh Gloria a Dios!