jueves, 10 de enero de 2013

¡PARA QUE TU LÁMPARA NO SE APAGUE, ¡ORA EN TODO TIEMPO EN EL ESPÍRITU!

Estas fueron las palabras que Jesús hablo al presbítero Adao Campos, en una experiencia maravillosa cuando Dios le permitió conocer el cielo.  He aquí un fragmento de lo que Jesús le mostró: 

El Señor me dijo ¡Mira mi Iglesia en la tierra! Y abrió una puerta en medio del cielo para ver la Iglesia, yo vi un mundo lleno de tinieblas oscuro, y en medio de aquellas tinieblas brillaban lucecitas pequeñitas como lámparas, millares de lucecitas  expandidas por todo el Globo terráqueo, y Jesús fue volviendo claras aquellas tinieblas y aquellas lucecitas ellas eran los creyentes en la tierra, ¡los santos en medio de las tinieblas!.

Vi a ellos con los brazos erguidos para encima de los cielos llorando, clamando de rodillas, no vi ninguna casa, no vi  Iglesia de ningún material, solo vi los creyentes, los santos de Dios orando... (continuará)